divendres, 20 d’abril del 2012

Educar como siempre pero con otras palabras.

La regla imperante en este sentido, tal y como dijeran M. J. Elías, S. B. Tobías y B. S. Friedlander (2000), es la siguiente: “Trate a sus hijos como le gustaría que les tratasen los demás”. Si analizamos esta regla podemos obtener 5 principios:
  • Sea consciente de sus propios sentimientos y de los de los demás.
  • Muestre empatía y comprenda los puntos de vista de los demás
  • Haga frente de forma positiva a los impulsos emocionales y de conducta y regúlelos.
  • Plantéese objetivos positivos y trace planes para alcanzarlos
  • Utilice las dotes sociales positivas a la hora de manejar sus relaciones

  • tres estilos de comportamiento más inadecuados por parte de sus padres son:

    Ignorar completamente los sentimientos de su hijo, pensando que los problemas de sus hijos son triviales y absurdos
  • El estilo laissez-faire. En este caso, los padres sí se dan cuenta de los sentimientos de sus hijos, pero no le dan soluciones emocionales alternativas, y piensan que cualquier forma de manejar esas emociones “inadecuadas”, es correcta (por ejemplo, pegándoles)
  • Menospreciar o no respetar los sentimientos del niño (por ejemplo, prohibiéndole al niño que se enoje, ser severos si se irritan...)
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA ESCUELA (consejos)Si nos detenemos en el tipo de educación implantada hace unos años, podremos observar cómo los profesores preferían a los niños conformistas, que conseguían buenas notas y exigían poco ( de esta forma se estaba valorando más a los aprendices receptivos y los discípulos más que a los aprendices activos).Los objetivos que se persiguen con la implantación de la Inteligencia Emocional en la escuela, serían los siguientes:
  1. Detectar casos de pobre desempeño en el área emocional.
  1. Conocer cuáles son las emociones y reconocerlas en los demás
  1. Clasificarlas: sentimientos, estados de ánimo...
  1. Modular y gestionar la emocionalidad.
  1. Desarrollar la tolerancia a las frustraciones diarias.
  1. prevenir el consumo de drogas y otras conductas de riesgo.
  1. Desarrollar la resiliencia
  1. Adoptar una actitud positiva ante la vida.
  1. Prevenir conflictos interpersonales